Los virus, un caso especial
Los
virus cumplen con algunas de estas características (materia organizada y compleja, reproducción y evolución), pero no tienen metabolismo ni desarrollo. Hay cierto consenso en no considerarlos organismos aunque aún hay quien discrepa sobre la cuestión. Si consideramos que la característica básica de un ser vivo es tener descendencia y evolucionar, también los virus podrían considerarse seres vivos, pero si añadimos la posesión de un metabolismo y la capacidad de desarrollo, entonces no. Si definimos a la vida como un sistema con
autopoiesis, la polémica si un virus es un ser viviente se resuelve con este concepto, ya que el virus no cuenta con una organización material autopoiética.
[14]
[editar] Duración de la vida
Uno de los parámetros básicos del organismo es su
longevidad.
[15] Algunos animales viven tan poco como un día, mientras que algunas plantas pueden vivir millares de años. El
envejecimiento puede utilizarse para determinar la edad de la mayoría de los organismos, incluyendo las bacterias.
[editar] Composición química de los seres vivos
Los organismos son
sistemas físicos soportados por reacciones químicas complejas, organizadas de manera que promueven la reproducción y en alguna medida la sostenibilidad y la supervivencia.
[16] Los seres vivos están integrados por moléculas inanimadas; cuando se examinan individualmente estas moléculas se observa que se ajustan a todas las leyes físicas y químicas que rigen el comportamiento de la materia inerte y las reacciones químicas son fundamentales a la hora de entender los organismos, pero es un error filosófico (
reduccionismo) considerar a la biología como únicamente física o química. También juega un papel importante la interacción con los demás organismos y con el ambiente. De hecho, algunas ramas de la biología, por ejemplo la
ecología, están muy alejadas de esta manera de entender a los seres vivos.
Los organismos son sistemas físicos
abiertos ya que intercambian
materia y
energía con su entorno. Aunque son unidades individuales de vida no están aislados del medio ambiente que los rodea; para funcionar absorben y desprenden constantemente materia y energía. Los seres
autótrofos producen energía útil (bajo la forma de compuestos orgánicos) a partir de la
luz del sol o de compuestos inorgánicos, mientras que los
heterótrofos utilizan compuestos orgánicos de su entorno.
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